Bueno, he aqui una loca historia

La historia incoherente.

Sakura notó la presencia de Clow Reed y se dirigió al parque acompañada por Tomoyo y Xiao Lang. Eriol les observaba, sentado en una farola junto a su pantera con alas de mariposa, más hortera que un conjunto de Ágata Ruiz de la Prada, y la plasta de Nakuru, que no callaba ni a tiros.
Eriol cerró los ojos, sonrió y dijo una frase filosófica. Entonces movió su pedazo vara mágica y formuló su conjuro:
-¡Pirika pirilala poporina papalato!
Espera, así no era...
Ejem... (tos) Dijo:
-¡Oh, agua, manto azul que cubre la tierra, ven en mi ayuda!
Negras nubes de tormenta se cernieron sobre el parque (no, no tenía nada que ver con el dragón Sheron) y empezó a llover. Spinel miró a Eriol y le preguntó intrigado:
-¿Qué carta pretendes que transforme?
A lo que Eriol, siempre sonriente, contestó:
-¿Carta? Yo sólo quería regar mi jardín.
Sakura, entretanto, estaba pensando qué carta de las 52 que tenía sería la más adecuada. De pronto, apareció Yugi y le dijo:
-¡Tienes que creer en el corazón de las cartas! ¡Hay una carta en tu baraja que puede salvarte, pero tienes que sacarla ahora! ¡Si crees en el corazón de las cartas, ellas te responderán y...!
En ese momento, un rayo impactó en la cabeza de Yugi, aunque inexplicablemente sólo le dejó aturdido y sin ninguna quemadura. Eriol bajó su cetro y suspiró aliviado.
-Ya tengo bastante con Nakuru como para aguantar a otro pesado...- dijo.
Sakura, tras media hora de dudar, decidió actuar y sacó su llave.
-¡Oh, llave que ocultas los poderes de las tinieblas! ¡Revélame la naturaleza de tu verdadero poder! Te lo ordeno por el rango que me ha sido otorgado, ¡rompe el sello!
El cetro de la estrella apareció entre una lluvia de plumas y Sakura usó la carta Firey.
-¡Oh carta de Sakura, transmite tu poder a mi llave! ¡Haz que el poder que yace en tu interior se transfiera a mi llave, dame tu fuerza! ¡FIREY!
Tomoyo lo filmaba todo mientras babeaba pensando en el vídeo que haría al llegar a casa (con fines dudosos).
La lluvia se evaporó, pero el parque empezó a arder...
En ese momento apareció Ash, que para variar se había perdido buscando el próximo Gimnasio Pokémon junto a sus amigos. Al ver el incendio, exclamó:
-¡Soy Ash Ketchum de Pueblo Paleto... digo, de Pueblo Paleta, y voy a salvaros a todos! ¡Squirtle, te elijo a ti!
Squirtle usó su Pistola Agua para apagar el incendio. Pero por desgracia, el fuego había quemado vivo al pobre Brock.
Conan, que pasaba por ahí como siempre que había un crimen, corrió hacia los presentes al ver el cadáver calcinado. Tras examinar la escena del crimen, Conan tuvo un shock (se ve una línea blanca cruzar por detrás de su cabeza).
-¡Ya lo tengo! ¡Está clarísimo! Esto no es un accidente, sino un asesinato, ¡y el culpable es uno de vosotros! ¡Es aquella persona que ha dicho esa frase tan extraña, ha actuado de esa manera tan sospechosa y ha hecho aquello tan raro! ¡Y todavía lleva encima la prueba de su culpabilidad!
-Este niño está mal de la cabeza...- dijo Xiao Lang- Debe de ser cosa de esa cápsula que le dieron... O tal vez intentó entender a Yamazaki...
Conan esbozó una sonrisa chulesca mientras sus gafas brillaban, reflejando la luz aunque fuera de noche.
-Sólo existe una verdad...- dijo. Entonces señaló a uno de ellos- ¡Misty, tú eres la asesina! Con lo salido que estaba Brock, sabías que vistiéndote con estos trapos le provocarías, haciendo que su temperatura corporal aumentara hasta consumirle por dentro!
-¿¡Pero qué dices, niñato!? ¿Tú crees que podría matar a nadie, con lo pacífica que soy? ¿¡A que te meto dos yoyas!?
En ese momento, Yugi se despertó y reanudó su discurso, aún cuando ya no venía a cuento:
-¡No os peleéis! ¡Si confiáis en vuestros amigos y en el corazón de las cartas, todo irá bien!
-Esa era mi frase...- se quejó Sakura.
-¡Ahora os mostraré el poder de la amistad!- sacó una carta y extendió el brazo en pose chulesca- ¡Renacer del Monstruo!
Y como Brock era lo más parecido a un monstruo que había por allí, renació de sus cenizas (nunca mejor dicho).
-Ya lo habéis visto- continuó Yugi sonriendo para si mismo, aunque nadie le escuchaba-. Yo confío en mis cartas y eso nos hace invencibles. Bueno, voy a pillar el dirigible para la final del torneo, a ver si le hago cerrar la bocaza al pelmazo paranoico de Kaiba. No hace falta que me deis las gracias; al fin y al cabo soy el Faraón y mi misión es salvar el mundo como ya hice 5000 años atrás, cuando...
-Este tío se repite más que la discografía de los Three Lights...- dijo Nakuru, aburrida.
-Bueno, Sakura ya ha transformado otra carta- dijo Eriol-. Sólo quedan 40... Spiny, Ruby, nos piramos.
Y los tres desaparecieron en la penumbra de la noche, alejándose de la pálida luz del farol apagado.

Pikachu!
Sabía que me faltaba el elemento clave del asunto pero no daba averiguado lo que!
Para la proxima historia chorra, lo introduciré sin duda.[b]